¡QUÉ DIFÍCIL hacer regalos! ¿verdad? Seguro que usted, como yo, en no pocas ocasiones se ha detenido ante la disyuntiva de hacer un buen presente. Que cumpla varios requisitos: estéticamente presentable, que sea necesario, y que perdure.
Entonces haré una lista para poder discernir entre las opciones y escoger la mejor. Se le puede regalar: la sonrisa ausente de su niña Ivette, una tarde en el malecón habanero, una taza de café junto a su madre, el suspiro de su esposa, o el olor de la comida casera. ¡Cuántas cosas serían un buen regalo!
Definitivamente, si pudiera, a René le regalaría la libertad, la de él y la de sus CUATRO hermanos. Ese sí sería un buen regalo, porque la libertad es el tesoro más grande que tiene un hombre.